Las empresas se movilizan a este nuevo escenario de big data, cloud, marketing digital, nuevas formas de producción… este cambio, sin embargo, no es fácil. Existen varios pasos a dar para que las estrategias no descalabren.

Pero antes de lanzarse a hay que tener en cuenta como se encuentra el panorama exterior. Por un lado, Internet ha evolucionado, y por lo tanto toca adaptarse. No se trata de  hacer marketing digital, sino marketing en el mundo digital. La audiencia es cada vez más digital, las empresas que no se encuentran en Internet está perdiendo audiencia.

Lo primero en una estrategia digital es el análisis de la situación. Hay que conocer la audiencia y la situación interna de la empresa. Mediante los recursos y oportunidades que se tienen se puede dar los primeros pasos hacia la estrategia.

Una vez analizada la situación, se debe analizar la audiencia al que hay que dirigirse. De esta manera la estrategia se adecuará al target. Muy importante puesto que la audiencia determina las acciones.

La situación de la empresa también es importante. Sobre todo para adecuar la estrategia a la etapa funnel (Una forma básica de explicar el proceso por el cual una empresa ejecuta las diferentes fases comerciales hasta llegar al fin último: la venta o ingreso).

Otro de los puntos más importantes es definir un objetivo y sus KPIs por etapas. Este punto es fundamental para poder dirigir la estrategia hacia unas metas. Además estableciendo KPIs en cada  etapa, se podrá ver si el plan estratégico está bien encaminado.

Hay que tener en cuenta los canales que se van a utilizar en la estrategia. Estos no son independientes y deben trabajar juntos para generar sinergias.

El último punto de la estrategia es medirlo. Comparando con los KPIs y objetivos se puede concluir si la estrategia ha tenido éxito. Y así, se puede optimizar la estrategia digital.